Durante la 28ª sesión plenaria de la Asamblea General de la ONU, el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, instó a los Estados Unidos a reconsiderar su política hacia Cuba.

En su discurso, Vieira exigió a la nación norteamericana «retirar las sanciones, eliminar a Cuba de la lista de los países patrocinadores del terrorismo y fomentar un diálogo constructivo, basado en el respeto mutuo y la no injerencia».

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El canciller brasileño sostuvo que «las únicas sanciones legítimas, amparadas en el Derecho Internacional, son aquellas adoptadas por el Consejo de Seguridad en el marco de los capítulos 7 en la Carta de las Naciones Unidas».

En este sentido, la nación sudamericana reiteró su «firme, categórica y constante” oposición al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra Cuba.

Rechazó también la aplicación extraterritorial de leyes nacionales discriminatorias y explicó que el bloqueo hacia Cuba «ha causado un sufrimiento incalculable al pueblo y ha obstaculizado el desarrollo sostenido de la nación».

Asimismo, indicó que la persistencia de la medida afecta directamente el ejercicio de los derechos humanos del pueblo cubano, ya que limita el acceso a bienes esenciales como medicamentos y tecnologías indispensables para el desarrollo.

«El rechazo al embargo económico contra Cuba es prácticamente un consenso internacional y con sobrada razón», añadió el mandatario e hizo referencia al mensaje enviado por San Vicente y las Granadinas en la octava cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) el 1 de marzo de 2004: «¡Poner fin al embargo!».

Por otro lado, el ministro brasileño recordó que ya ha activado medidas de cooperación y asistencia, buscando soluciones para suministrar combustibles y alimentos a la población cubana a través de diversos canales, debido a la actual situación de emergencia energética en Cuba, agravada por el bloqueo y por la repercusión del huracán Oscar en la región oriental.

«Brasil seguirá comprometido con una solución basada en los principios de solidaridad y cooperación», afirmó Vieira, y argumentó que «el fin del embargo será fundamental para que Cuba pueda superar los desafíos que enfrenta y garantizar el bienestar de su pueblo».  

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